Con los años he caido en la cuenta de cuantas veces mi madre me
ha mentido de pequeña... mentido, ocultado la realidad, exagerar...
Visto así puede parecer horrible: "no hay que mentir a los niños". Pues
después de mi experiencia como hija, debo decir que si, hay que
mentirles. No me malinterpreten, no se trata de la mentira mala, yo
hablo de las mentiritas que hacen que los niños conserven su inosencia.
Esas mentiras que luego se agradecen.
Recuerdo a mi madre preparando las fiestas (navidad, año nuevo,
cumpleaños) con una dedicación y un cariño que hoy en día me gusta
reproducir con mi familia. Recuerdo las horas de trabajo y dedicación,
recuerdo la alegría de ver como iba tomando forma todo para que llegue
el gran día... lo que descubrí con los años, ya grande, es que a mi
madre no le gustan las fiestas... la ponen triste y le traen recuerdos
malos de su niñez
Recuerdo a mi madre hablando de su madre, mi abuela, recuerdo la
emocion en sus palabras, recuerdo la imagen que creó para mi de mi
abuela, recuerdo sus aventuras juntas y recuerdo lo que yo quise a mi
abuela en gran parte gracias a eso... también descubrí de grande que mi
abuela no siempre fué como la conocí de viejita, supe que era una mujer
de sangre fria, y que cometió muchisimos errores.
Recuerdo que el valor primordial que me transmitió mi madre es el de
la familia unida, de la importancia de los hermanos, de la importancia
de pasar tiempo juntos y compartir, podría haber jurado que mi madre eso
lo sacó de su casa... luego supe que mi mamá y sus hermanos han estado
distanciados durante años, y que la distancia no era lo único que nos
impedía ir a la casa de mis tios, a los que adoro, y supe también, que
en la familia (la gran familia de caracter italiano y unido) era una
gran telenovela de tejes y manejes, de lucha de poderes (de poder sobre
que no se!), de apariencias.
Recuerdo a mi madre mirar a mi padre con amor, recuerdo pensar que yo
tenía la familia mas linda y unida, recuerdo a un padre presente en
todo momento, dedicado y amoroso... con los años me di cuenta que ni mis
padres se miraban con tanto amor, ni mi padre era tan dedicado y
amoroso, y cuando ya era grande mi familia perfecta se desmoronó de un
día para el otro... tardé mucho en entender que la realidad que habia
vivido yo no era la realidad que había vivido ella...
Puedo seguir así mucho tiempo, me imagino que si nos ponemos a pensar
todos recordamos esas mentiras... hasta las mas inocentes, como cuando
era chica y me ponia a cantar a grito pelado en la habitacion y mi mamá
me decía que baje un poco "el volumen de la radio" y yo me sentía
orgullosa de lo bien que debía cantar para que me confunda con una
cantante profesional. O cuando me decía que los regalos de los
cumpleaños los eligiera yo, que eso se me daba muy bien, y luego yo
compraba cualquier porquería y ella me miraba tierna y me decía:
"realmente es increible como los eliges, tienes un don para esto" y a mi
se me inflaba el pecho de la emocion
Esas pequeñas mentiritas me hicieron crecer con inocencia, libre,
feliz, y hoy soy quien soy gracias a eso... y gracias a ella... Gracias
mamá.