DIANA es de esos personajes que
crecen con el tiempo, de hecho hay dos Dianas claramente diferentes:
La princesa triste, incapaz de disimular su incomodidad… la mujer más
famosa e imitada del mundo, con un estatus privilegiado y sin embargo
tan frágil, tan evidentemente desgraciada.
El pelo a capas que marcó una generación, volantes, hombreras, faldas
plisadas a media pierna, perlas, sombreros… imposible adivinar a la mujer
debajo del protocolo… una mujer tan joven, una flor cortada… pero con esos
ojos tan expresivos, llamando constantemente la atención de las cámaras,
en esa relación de necesidad-rechazo con su público.
Rumores quizá interesados sobre su inestabilidad… sometida a un escrutinio
global, imposible esconder un fracaso que era un secreto a voces y que
dejó de serlo definitivamente en 1992, cuando el periódico sensacionalista
inglés The Sun, publicó grabaciones que confirmaban la relación del
príncipe con CAMILLA PARKER BOWLES.
Cuando su matrimonio se rompe definitivamente, surge la segunda DIANA,
vestida para destacar y reafirmarse, asegurándose así un futuro mediático:
ya que nunca sería la reina de Inglaterra, no permitió en ningún
momento renunciar a su popularidad ni ser olvidada o relegada.
Cuanto es despecho en su actitud y cuanto puro carisma, es algo imposible
de calcular, pero la gran influencia de GIANNI VERSACE, al que había
conocido años antes y al que recurre en ese momento, es indiscutible.
DIANA vestida por VERSACE se convirtió en otra Diana, segura, deslumbrante,
sin sombra de tristeza ni de aburrimiento.
El diseñador italiano en la cima de su popularidad, se volcó en convertir a
DIANA en una mujer VERSACE, hedonista, sensual, poderosa y
contemporánea, hizo sus vestidos a medida, los colores pensados
cuidadosamente para destacar el color de su piel y su pelo, su figura
atlética y su estatura privilegiada.
Otros grandes diseñadores la vistieron después, pero fue VERSACE quien
descubrió o creó esa DIANA, demostrando el gran poder transformador y
mediático de la imagen y de la moda.
DIANA y GIANNI murieron el mismo verano hace justo 15 años, de forma
trágica y en circunstancias nunca del todo resueltas, dos figuras
polémicas, inolvidables, imposibles de sustituir, que supieron captar y
representar el espíritu, las dudas, los sueños y contradicciones de su momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario