Viejos trucos para ahorrar sin
darse cuenta
Recuerdo que, cuando era pequeña,
ahorrar no me suponía ningún esfuerzo. Vale, no tenía que hacer frente a ningún
gasto, pero mis ingresos eran pocos e irregulares.Digo esta obviedad, porque
según los expertos, hay que simplificar y retomar viejos hábitos,
para conseguir hacerse con unos ahorrillos.
-Ahorrar sin darse cuenta: no,
uno siempre sabe que está ahorrando, o lo que es lo mismo, renunciando a gastar
dinero. Se refiere a olvidar la cifra que se ha conseguido reunir, para dejar
de pensar en lo que se puede comprar con ella.
-Guardar toda la calderilla
que se pueda. Aunque al principio es relativamente fácil saber cuánto
dinero se guarda, llegará un momento en que lo olvidemos. No se despreciará
ninguna moneda, ni las de un céntimo. Un grano no hace granero…
- Atesorar el dinero en
diferentes sitios, ya sean cuentas corrientes, huchas o tarros. Recomiendo
usar distintos tarros, porque en las cuentas corrientes se suelen
domiciliar gastos y saber que hay un colchón para imprevistos puede acabar con
los ahorros. Además, hay extractos que te informan de lo que tienes. Si no
sabes cuánto hay, no lo puedes gastar.
De esta manera, además, te
obligas a guardar dinero en los diferentes “escondites”.
-Hay que guardar el dinero que
conseguimos ahorrar en nuestros gastos diarios: cuando conseguimos un
descuento o hay una oferta especial o las cosas están rebajadas o más baratas
de lo que es habitual. Si no, acabaremos gastándolo.
- Cuando uno ha conseguido una
pequeña cantidad, adquiere el hábito de dejar de gastar en ocasiones y guardar
el dinero: renunciar a cenar fuera de casa alguna vez, cuando un mes “vamos
bien”, se puede guardar algo más de dinero.
Además de estos consejos tan
facilitos, hay algunas cosas que requieren algo más de práctica:
-Hay gastos negociables y
otros innegociables. La hipoteca de la casa da poco margen, aunque uno
nunca debe casarse con el banco que la concede. De vez en cuando hay que mirar
si se pueden obtener mejores condiciones. En otros gastos, como la factura del
teléfono o el móvil conviene estar al día en lo que a tarifas se refiere,
porque suponen un ahorro considerable y se pueden negociar más frecuentemente.
-Planificar las compras y
evitar las que se hacen impulsivamente. Lo mejor para ello es hacer una lista
de las necesidades que tenemos y no salirnos de ella. Posponer lo que no está
en la lista ayuda a no gastar dinero de más.
-Hacer un presupuesto.
Listar los ingresos y las necesidades, de modo que nunca los gastos superen a
los ingresos. Una buena idea es separar un 10 % de los ingresos y destinarlo a
ahorro, directamente, separándolo. Así hay que reducir las necesidades sí o sí.
- Se pueden reducir los gastos
pidiendo descuentos y aprovechando las ofertas (lo de toda la vida, sí). Otros
trucos son :
-
Hacer la compra con el estómago lleno. Siempre.
-
Negociar los suministros (luz, agua, gas, teléfono…) y hacer todo lo
posible por ahorrar en este apartado.
-
Aprovechar las rebajas para comprar la ropa del año siguiente, siempre
planificando.
-
Mantenerse al día de las ofertas de ocio gratuíto. Entrad en la web de
vuestro ayuntamiento. Os sorprenderá mucho la oferta.
¿Qué os parecen estas ideas? ¿Conseguís ahorrar algo
todos los meses?
¿Tenéis nuevos trucos?
¿Tenéis nuevos trucos?
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