sábado, 1 de septiembre de 2012

Cuando Diana conoció a Gianni Versace…




DIANA es de esos personajes que crecen con el tiempo, de hecho hay dos Dianas claramente diferentes:
La princesa triste, incapaz de disimular su incomodidad… la mujer más famosa e imitada del mundo, con un estatus privilegiado y sin embargo tan frágil, tan evidentemente desgraciada.

El pelo a capas que marcó una generación, volantes, hombreras, faldas plisadas a media pierna, perlas, sombreros… imposible adivinar a la mujer debajo del protocolo… una mujer tan joven, una flor cortada… pero con esos ojos tan expresivos, llamando constantemente la atención de las cámaras, en esa relación de necesidad-rechazo con su público.

La historia mil veces contada: el príncipe cínico y bastante mayor, casado un poco por obligación con la hermana de la mujer que inicialmente le llamó la atención tras solo unos meses de noviazgo y DIANA, con solo 20 años, despertó del breve cuento de hadas a una realidad áspera, en la que no se podía opinar, ni había espacio para la vulnerabilidad ni las quejas…
Rumores quizá interesados sobre su inestabilidad… sometida a un escrutinio global, imposible esconder un fracaso que era un secreto a voces y que dejó de serlo definitivamente en 1992, cuando el periódico sensacionalista inglés The Sun, publicó grabaciones que confirmaban la relación del príncipe con CAMILLA PARKER BOWLES.

Cuando su matrimonio se rompe definitivamente, surge la segunda DIANA, vestida para destacar y reafirmarse, asegurándose así un futuro mediático: ya que nunca sería la reina de Inglaterra, no permitió en ningún momento renunciar a su popularidad ni ser olvidada o relegada.
 
Cuanto es despecho en su actitud y cuanto puro carisma, es algo imposible de calcular, pero la gran influencia de GIANNI VERSACE, al que había conocido años antes y al que recurre en ese momento, es indiscutible.

DIANA vestida por VERSACE se convirtió en otra Diana, segura, deslumbrante, sin sombra de tristeza ni de aburrimiento.

 

El diseñador italiano en la cima de su popularidad, se volcó en convertir a DIANA en una mujer VERSACE, hedonista, sensual, poderosa y contemporánea, hizo sus vestidos a medida, los colores pensados cuidadosamente para destacar el color de su piel y su pelo, su figura atlética y su estatura privilegiada.

Otros grandes diseñadores la vistieron después, pero fue VERSACE quien descubrió o creó esa DIANA, demostrando el gran poder transformador y mediático de la imagen y de la moda.
DIANA y GIANNI murieron el mismo verano hace justo 15 años, de forma trágica y en circunstancias nunca del todo resueltas, dos figuras polémicas, inolvidables, imposibles de sustituir, que supieron captar y representar el espíritu, las dudas, los sueños y contradicciones de su momento.

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