domingo, 25 de noviembre de 2012

¿Cuántas horas tienen que dormir los niños? ¿Puede dormir sólo tu bebé? ¿Conoces el método duérmete niño o prefieres el método "dormir sin lágrimas?

¿Cuántas horas tienen que dormir los niños?

¿Cuántas horas tienen que dormir los niños?  ¿Puede dormir sólo tu bebé?  ¿Conoces el método duérmete niño o prefieres el método "dormir sin lágrimas?  Te vamos a explicar cuantas horas tiene que dormir tu niño y como encarar y mejorar los hábitos de sueño.

El sueño es esencial para la salud y correcto desarrollo del niño, y aquellos que duermen lo suficiente demuestran funcionar mejor a lo largo del día y ser menos propensos a problemas de comportamiento e irritabilidad. Por eso es importante que los padres ayudemos a nuestros hijos a desarrollar buenos hábitos de sueño, desde la edad temprana.
Eso si, al igual que pasa con los adultos, cada niño es diferente y el número de horas de sueño que necesita, varia. No obstante, en general puede decirse que el número de horas de sueño, incluyendo siestas, para niños hasta los doce años sería en que recogemos en el siguiente cuadro:
* Especialistas en psicología infantil nos señalan que debemos tener muy claro que “a dormir igual que a comer se aprende”. El sueño es un hábito que como tal requiere un aprendizaje.

¿Que ocurre cuando los niños no duermen lo suficiente?
Si un niño se acuesta algo tarde (algo muy consentido hoy en día) y descansa menos hora de las que necesita, al día siguiente estará cansado, irritado, nervioso, del malhumor, apático, sin capacidad de concentración…etc.
Sin embargo, un niño con problemas para dormir esté exhausto no asegura que se vaya a la cama antes ni con más ganas. La extendida idea de cansarlos al máximo es a menudo errónea, porque estarán más irritables y nerviosos, lo que no es nada fácil para nadie conciliar el sueño en esas condiciones.

Señales de Problemas con el Sueño de tu Hijo

 Señales de problemas con el sueño de tu hijo
• Dedicáis mucho tiempo y esfuerzo todos los días intentado ayudar a que se quede dormido.
• Se despierta ( y os despierta) muchas veces durante la noche.
• La falta de sueño repercute en la conducta y el ánimo del niño.
• Los padres no recordáis ya lo que es dormir bien.
Ahora bien, ¿y si el problema no es de un hábito mal adquirido? Precisamente ahora vamos hablar de algunos trastornos del sueño más comunes en la infancia.
MIEDOS: Sin duda una de las peores sensaciones que existen es el miedo. En el caso de los niños son muchos los motivos que, por simples que nos parezcan a nuestros ojos, jamás debemos de tomarnos a mofa delante de nuestros hijos. Pero ¡ojo padres y madres! Tan perjudicial puede ser reírnos que darles demasiada importancia. Así cuando los padres oyen al niño decir por las noches que tiene miedo y acuden raudos y veloces a consolarles, besarles y darles una larga explicación de por qué no tener miedo, de un modo involuntario están reforzando una conducta incorrecta.
En este sentido, el miedo es una excusa como “tengo frío”, “tengo hambre”, “tengo pis”. A menudo son acciones que el niño busca para provocar una reacción muy concreta: VUESTRA ATENCIÓN. Una vez comprobado que sólo se trata de eso, debéis ignorar su conducta, no entrar en el juego, porque de lo contrario estaréis reforzando un mal hábito.
No obstante, también es posible que vuestro hijo sienta algún tipo de temor muy concreto durante una etapa de su vida (escenas de películas, un relato, vivencias personales) A veces los niños sufren de temores transitorios que no tienen mayor importancia.
PESADILLAS: Se producen durante la segunda mitad de la noche (hacia el amanecer). Generan ansiedad, angustia y el niño se despierta gritando y diciendo que tiene miedo. El niño es capaz de explicar qué ha soñado (un monstruo, una bruja..) y los padres pueden calmarlo con argumentos. Para algunos especialistas no es conveniente que le deis demasiada importancia y que le acabéis de dejando dormir con vosotros.
Suelen estar relacionadas con algún fenómeno que angustia al niño: por eso suelen durar sólo unas semanas.
TERRORES NOCTURNOS: Sin más típicos en niños menores de 5 años y poco frecuentes después de esta edad. Se producen en la primera mitad de la noche, durante la fase de sueño muy profundo. Estos episodios duran entre 10 y 20 minutos. En ellos el niño se despierta repentinamente, chillando y angustiado. Mientras dure el episodio, lo mejor es que os mantengáis a su lado, hasta que se le pase que suele ser bastante rápido.

¿Se puede aprender a dormir?

 ¿Se puede aprender a dormir?
Los niños se resisten a acostarse por diversos motivos. Quizás tienen miedo de la oscuridad o se sienten inseguros cuando están solos. Indudablemente les gusta más jugar o ver la televisión y, ante todo prefieren vuestra compañía y atención en vez de tenerse que ir a dormir solitos a su cuarto.
A todo esto debemos de añadir que se encuentran en una edad en la que son capaces de inventar razonamientos creíbles, especialmente por vosotros, a quien no dudéis os conocen a dedillo. Por eso es muy importante que establezcáis unos límites que el niño conozca y que ninguno de vosotros dos, papá y mamá, vayáis a permitir sobrepasar.
Todos los niños deben (necesitan) tener su hora de acostarse y, si se quiere paz en la casa, los padres no pueden transigir en esta cuestión.
Los padres que siempre permiten al niño permanecer levantado “solo un poco más”, “cinco minutos más”, tendrán siempre problemas con el momento de acostarse, porque una concesión ocasional se convierte fácilmente para los niños en un derecho inquebrantable.

¿Y qué hago ahora?

 ¿Y ahora que hago?
1.  Establecer una rutina antes de acostarse: Los niños necesitan seguridad y eso, entre otras formas, se logra mediante rutinas. Señalad en momento de bañarse, dejar de jugar, cenar … y por supuesto acostarse. Se trata de hacer un ritual del sueño que el niño acabe asumiendo y desempeñando como normal y satisfactorio. Lo más recomendable es que se acuesten entre las 20:00 y las 21:00 horas en invierno y 21:00 0 21:30 en verano, ya que se ha demostrado que el sueño aparece con mayor facilidad en esta franja. El ritual de sueño debe de dar comienzo antes utilizando señales que lo hagan patente.
2.  Debemos de establecer una serie de pasos que le conduzcan a la cama: la intensidad y dinamismo de las actividades y juegos deben de ir decreciendo a lo largo de la tarde, así que nada de juegos de almohadas., evitaremos video juegos y televisión antes de ir a dormir, después de la cena deberán lavarse los dientes, sólo quedara un poco para irse a dormir…La rutina de acostarse debe de proporcionar una sensación de seguridad cálida y de un final del día agradable.
3. Unos 15 o 20 minutos antes de acostarse, antes del abrazo y beso de buenas noches, es recomendable que establezcáis un tiempo de intimidad y tranquilidad con vuestro hijo. Puede darse fuera del dormitorio, tal vez en el salón, en el sofá. Durante este tiempo se puede hablar de sus cosas, de los amigos, del colegio, o simplemente contarle un cuento y después a la cama…si quiere otro cuento se le dirá que no que mañana se le contara otro cuento.
4. Por ultimo, darle las buenas noches y apagad la luz. Recordad que debéis iros antes de que se duerma, porque queremos evitar malos hábitos, como el que dependan de vuestra presencia para dormir.

Hacer Frente al hábito de levantarse continuamente

 Hacer Frente al hábito de levantarse continuamente.  Dormir a los bebés y niños sin lágrimas y sin llorar.
Cuando finalmente habéis dejado a vuestro hijo en la cama hace unos instantes, pero …¡ya no está en ella!. Después de 10 minutos, vuelve a estar en el salón pidiendo agua, zumo, pis o que tienen miedo. Entonces, deberéis intentar seguir las técnicas que se van a describir. Pero a partir de este momento deberéis mostraros firmes y seguros en todo momento, sin bajar la guardia.
1. Llevadle a la cama, serios, sin darle demasiada importancia a su presencia y sin entablar dialogo con el/ella (RECORDAD QUE RECLAMA VUESTRA ATENCIÓN). Así cuantas veces haga falta. No os dejéis llevar a su terreno. Al día siguiente daréis comienzo al aprendizaje.
2. Al día siguiente al final de la tarde, decidle que tiene que aprender a dormir bien y que vosotros vais a enseñarle. Entonces comunicarle las pautas del ritual de sueño (Podéis tener una tabla preparada con dibujos y actividades que debe de realizar antes de acostarse: cenar, lavarse los dientes, leer, cantar, charlar con vosotros, acostarse en su cama, cinco minutos si lo desea para leer solo o escribir su diario y relajarse con la luz apagada. Se le dice a partir de ese momento no hay excusas: tengo que hacer pis, tengo sed, etc. Para ello tendréis que tener preparado que no quede ningún cabo suelto como: agua en su mesilla.
3. Para que logre adoptar unos hábitos de sueño saludables, podemos utilizar un sistema de premio / recompensa. Para ello se hace una grafica del ritual de sueño como un calendario . Le diremos que cada noche que consiga dormir en su cama sin despertar a nadie, pondremos una pegatina color verde y si no lo consigue pondremos una pegatina de color rojo. Le diremos que cuando tenga tres verdes seguidas obtendrá un premio: Ojo debe de ser una recompensa que le guste pero elegida por vosotros, algo que le guste pero que tenga poco valor económico. (un helado, unas pegatinas). Una vez superados los tres días, deberá superar cinco para tener otro premio, después 7 días seguidos, etc.
4. Es necesario tener paciencia. Los hábitos (también los malos) cuesta cambiarlos y el lógico que al niño le cueste al principio, pero no por ello nos vamos a sentir inseguros ni blandos, debemos de transmitirle seguridad, cariño y apoyo. NO OLVIDES QUE EL ÉXITO DE ESTE MÉTODO CONSISTE EN LA REPETICIÓN DE UNA RUTINA CORRECTA Y NO DEJAR QUE EL NIÑO IMPONGA SU VOLUNTAD.

Actividades para relajar a tu hijo antes de dormir

 Actividades para relajar a tu hijo antes de dormir.  Dormir al bebé y niño sin lágrimas y sin llorar.
Existe una idea generalizada de que lo mejor es no dejar que el niño pare un minuto hasta el mismo momento antes de dormir, creyendo que así, agotado, caerá dormido como un tronco…pero nada más lejos de la realidad.
Para conciliar más fácilmente el sueño, es básico un mínimo estado de relajación previo al sueño. Por lo tanto se proponen estas actividades:
1. Las fotos que hablan: Recorta fotografías de revistas, procurando hacerte con un poco de todo; paisajes, personas, niños, animales, cosas, etc. Te recomendamos que las pegues en una cartulina por categorías, en una cartulina los paisajes en otra los animales, etc. Una vez que tengas tu colección de imágenes, podrás usarla para realizar una actividad tranquila como contar historias a partir de ellas.
2. ¿Cuántas cosas?: Una actividad tranquila y relajada, mezcla de juego y reto, es preguntarle (durante el baño, o cuando se viste, en la habitación, etc. ) cuantas cosas se le ocurren que tengan una determinada característica: ¿Cuántas cosas azules conoces? , ¿Cuántas cosas redondas?, ¿Con la letra C? , simplemente se va cambando la característica del objeto.
3.  Por último, creemos que los cuentos merecen un espacio aparte. Así que, si lo que buscas son cuentos para ese rato acogedor con tu hijo antes de que se vaya a la cama los mas recomendados son los siguientes:
4.  “La gallina de los huevos de oro”, “Simbad el marino”, “Los tres cerditos”, El mago de los cuentos.
5.  “Truco para los más desesperados” “Competir con el despertador”, la idea consiste en competir con el despertador cuando llega la hora de dormir, justo antes de comenzar los rituales previos, programamos el despertador para que suene en un tiempo prudencial. Entonces el niño puede jugar a ser más rápido que el reloj, es decir conseguir meterse a la cama antes de que el despertador suene. Así habrá ganado. Ojo: Cuidado de no excitar mucho al niño para hacer las cosas de prisa porque sino se logra el efecto contrario.
+ Bibliografía: “Cuentos para antes de ir a dormir” Dr. Estivill y Monse Doménech, Ed Planeta. “Vamos a la cama. Actividades para ayudar a tu hijo a conciliar el sueño”. Cynthia MacGregor;Ediciones Oniro.




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